Bosnia y Herzegovina ofrece una variedad de maravillas culturales y naturales que te dejarán maravillado. En Sarajevo, la capital, pasea por el casco antiguo, Baščaršija, con su arquitectura otomana, calles adoquinadas y el famoso Puente Latino, testigo de la historia. Visita el Museo del Túnel de Sarajevo para comprender la resistencia durante el asedio de la ciudad.

Mostar, conocida por su icónico Puente Viejo (Stari Most), es una joya que une culturas y tradiciones. Disfruta de las vistas desde el puente y explora el encantador bazar de Kujundžiluk. Blagaj, con su impresionante monasterio derviche situado en la base de un acantilado junto al río Buna, es otro sitio que no debes perderte.

Visita el Parque Nacional Sutjeska, hogar del majestuoso pico Maglić y el antiguo bosque de Perucica, uno de los últimos bosques vírgenes de Europa. En Jajce, maravíllate con la cascada Pliva y el castillo medieval que domina la ciudad. Pocitelj, una aldea otomana bien conservada, te ofrece vistas panorámicas y una atmósfera tranquila.

Embárcate en un viaje culinario por Bosnia, donde cada bocado cuenta una historia rica en tradición y cultura. En el corazón de esta joya de los Balcanes, descubre el sabor auténtico del cevapi, unas pequeñas salchichas de carne picada, especiadas y asadas a la perfección, que se sirven con pan pita y cebolla fresca. No te pierdas el sarma, una deliciosa combinación de carne de cerdo y arroz, envuelta en hojas de col y cocida lentamente en una salsa de tomate que hará que cada bocado sea una experiencia memorable.

Los amantes de los dulces encontrarán en el tufahija, una manzana cocida con nueces y azúcar, una delicia irresistible. Para una experiencia verdaderamente única, acompaña tus comidas con un café bosnio, intensamente aromático y preparado con meticulosa precisión.

Cada plato en Bosnia es una invitación a explorar la rica herencia gastronómica del país. Permítete la oportunidad de deleitarte con sabores que han sido perfeccionados a lo largo de generaciones, y déjate cautivar por la calidez y la hospitalidad que hacen de cada comida una celebración. ¡Tu paladar te lo agradecerá!