Qué ver en Filipinas

Filipinas es un archipiélago de sueños por descubrir.

En las exuberantes islas de Palawan, te espera el legendario Río Subterráneo de Puerto Princesa, una maravilla natural considerada Patrimonio de la Humanidad. Las terrazas de arroz de Banaue, esculpidas hace más de 2,000 años, ofrecen un vistazo fascinante a la antigua sabiduría agrícola de los indígenas Ifugao.

No te pierdas las playas paradisíacas de Boracay, famosas por su arena blanca y fina como el talco y sus aguas azul turquesa. En la isla de Cebu, explora las Cataratas Kawasan, donde podrás nadar en sus frescas y cristalinas pozas.

También, el archipiélago de Bohol te sorprenderá con sus Colinas de Chocolate, un fenómeno geológico que parece un paisaje de otro planeta. Cada rincón de Filipinas es una obra maestra natural, lista para ser explorada y admirada.

Qué hacer en Filipinas

Filipinas ofrece una aventura para cada viajero.

Zambúllete en el vibrante mundo submarino de Tubbataha Reefs, un santuario marino de aguas prístinas ideal para el buceo. Navega en kayak por las mágicas lagunas de El Nido o aventúrate en una excursión de snorkel para descubrir coloridos arrecifes de coral.

Para los amantes del senderismo, la ascensión al Monte Pulag, con su paisaje de mar de nubes, es una experiencia inolvidable. Prueba tu destreza en el surf en la playa de Siargao, famosa por sus olas perfectas. Explora la historia de Manila en Intramuros, una fortaleza colonial con callejones encantadores y museos cautivadores.

No olvides sumergirte en la vibrante vida local: desde festivales llenos de color hasta mercados rebosantes de sabores exóticos. Cada actividad en Filipinas te acerca más a la esencia de este paraíso tropical.

Qué comer en Filipinas

Embárcate en una travesía gastronómica por Filipinas, donde cada bocado cuenta una historia. Desde las playas de arena blanca hasta las vibrantes calles de Manila, la cocina filipina te invita a un festín de sabores únicos.

Comienza con el icónico adobo, un estofado de cerdo o pollo en salsa de soja y vinagre, que revela el arte culinario filipino en su máxima expresión. Sube de nivel con el sinigang, una sopa agridulce llena de vegetales frescos y mariscos o carne que despierta todos tus sentidos. No te pierdas el lechón, un cerdo asado crujiente y jugoso, símbolo de celebraciones y festines.

Prueba el pancit, fideos salteados con una mezcla vibrante de verduras, carne o mariscos, un plato que celebra la vida en cada hilo. Y para un toque dulce, deja espacio para el halo-halo, un postre refrescante con una mezcla de frutas, helado y leche condensada que es pura felicidad en cada cucharada.

En Filipinas, cada comida es una celebración, y cada bocado te lleva más cerca del corazón de esta tierra vibrante y acogedora. ¡Ven y saborea el auténtico espíritu filipino!