4 de noviembre de 2024
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La Navidad es una época especial para disfrutar en familia y descubrir juntos la magia de la temporada en distintos destinos de Europa. Con paisajes cubiertos de nieve, mercados navideños y tradiciones centenarias, cada país ofrece una experiencia única que hará disfrutar tanto a grandes como a pequeños. Desde la calidez de un chocolate caliente en Alemania hasta la magia de conocer a Papá Noel en Laponia, aquí te presentamos los mejores destinos europeos para pasar una Navidad inolvidable con los niños.
Alemania es uno de los destinos más emblemáticos para vivir la Navidad en toda su esencia. Los famosos mercados navideños que decoran las ciudades, como el Christkindlesmarkt de Núremberg o el mercado de Frankfurt, están llenos de luces, puestos de artesanía y aromas a galletas de jengibre. Los niños quedarán fascinados con las decoraciones, las atracciones navideñas y los espectáculos de luces. Disfrutar de un delicioso chocolate caliente o un “Kinderpunsch” (ponche infantil) es el complemento perfecto para una tarde de paseo.
En las ciudades alemanas, la Navidad también se vive en sus calles y plazas. Durante el mes de diciembre, muchas de ellas se transforman en escenarios mágicos con decoraciones tradicionales y villancicos en directo. En Berlín, se pueden encontrar varios mercadillos, cada uno con su propio encanto, como el de la Gedächtniskirche o el de Alexanderplatz, perfectos para pasear en familia y empaparse del ambiente navideño.
Si decides viajar al sur, en Múnich el mercado navideño en Marienplatz ofrece no solo artesanías y dulces tradicionales, sino también un impresionante árbol de Navidad decorado con cientos de luces. En algunas regiones de Alemania se celebra la llegada de San Nicolás el 6 de diciembre, lo que añade una dosis extra de emoción para los más pequeños.
Otra opción que te damos es una ruta de viaje por los mejores mercados navideños. ¿Qué mejor manera de disfrutar de la Navidad?
Ámsterdam y otras ciudades holandesas brillan en Navidad gracias al Festival de las Luces de Ámsterdam, que ilumina los canales y edificios históricos con obras de arte luminosas. Esta experiencia es particularmente mágica para los niños, quienes pueden disfrutar de un paseo en barco por los canales mientras observan las increíbles instalaciones de luz reflejadas en el agua.
Más allá de las luces, los Países Bajos tienen una celebración navideña única: la llegada de Sinterklaas (San Nicolás) y su ayudante Piet. Los niños holandeses esperan con ansias este evento, en el que San Nicolás reparte dulces y regalos. Ámsterdam organiza varios eventos para celebrar esta tradición, y los niños pueden participar en talleres y actividades festivas en distintos puntos de la ciudad.
En ciudades como Utrecht y Rotterdam, también se pueden encontrar mercados navideños y pistas de patinaje sobre hielo. La experiencia de pasear por los canales helados y disfrutar de un chocolate caliente en uno de los cafés a orillas del agua es algo que toda la familia recordará.
Viajar a Bélgica es una opción ideal para los amantes del chocolate y los gofres, delicias que se disfrutan aún más en la época navideña. En Bruselas, el mercado navideño Winter Wonders se despliega con una noria gigante, pista de patinaje y varios puestos de comida y artesanía, creando un ambiente festivo que encantará a toda la familia. Además, las calles de la ciudad se llenan de luces y decoraciones que hacen que pasear por el centro sea una experiencia inolvidable.
Brujas, con sus canales y edificios medievales, se convierte en un cuento de Navidad en diciembre. Los niños pueden disfrutar de un paseo en barco o en carruaje mientras la ciudad brilla con luces y decoraciones. En Gante, otro de los encantadores destinos belgas, el mercado navideño ofrece un sinfín de productos artesanales y dulces locales para disfrutar en familia.
Aparte, en Bélgica se celebra la llegada de San Nicolás el 6 de diciembre, un evento que incluye desfiles y actividades para los más pequeños en diferentes ciudades. Esta festividad añade una dosis extra de magia a la temporada navideña en el país.
Dinamarca es el país de Hans Christian Andersen, y en Navidad, Copenhague parece un escenario sacado de sus cuentos. Los Jardines de Tivoli, un parque de atracciones histórico, se transforman en un paraíso navideño con luces, decoraciones y actividades temáticas. Los niños pueden disfrutar de paseos en carrusel, visitar las casas de artesanía y deleitarse con los dulces navideños daneses mientras exploran este lugar mágico.
En el centro de Copenhague, los mercados navideños ofrecen una amplia variedad de artesanías y productos locales, así como deliciosas comidas típicas. La Plaza del Ayuntamiento es uno de los principales puntos de encuentro durante la Navidad, donde familias y amigos se reúnen para disfrutar de las festividades.
Además, la Navidad en Dinamarca es sinónimo de tradiciones acogedoras, como el “hygge”, que invita a disfrutar de momentos de calidez en compañía de seres queridos. Las familias pueden relajarse en los cafés y saborear los dulces tradicionales daneses, como los æbleskiver (bolitas de masa) y el gløgg (vino caliente).
Suecia ofrece un ambiente navideño único en el corazón del invierno nórdico, donde los paisajes nevados y las tradiciones locales crean una atmósfera mágica. Durante el mes de diciembre, el país celebra la festividad de Santa Lucía, un evento que llena las calles de procesiones iluminadas con velas, cantos y vestimentas tradicionales. En Estocolmo, los mercadillos navideños como el de Gamla Stan, en el casco antiguo, ofrecen una variedad de artesanías y dulces típicos suecos como el pepparkakor (galletas de jengibre) y el glögg (vino caliente especiado).
Además de los mercadillos, las ciudades suecas se engalanan con luces navideñas y decoraciones acogedoras que invitan a disfrutar del invierno en familia. Las pistas de patinaje sobre hielo y los trineos en los parques se convierten en puntos de encuentro para los niños. En el norte, en la región de Laponia sueca, también se puede visitar el famoso Icehotel en Jukkasjärvi, una experiencia invernal que encantará tanto a pequeños como a adultos.
Francia es un destino navideño excepcional, y sus mercados de Navidad se encuentran entre los más encantadores de Europa. En París, los Campos Elíseos y la Torre Eiffel se iluminan con luces festivas, mientras que el mercadillo de La Défense se llena de artesanías y productos navideños. En la región de Alsacia, Estrasburgo se convierte en la “Capital de la Navidad” gracias a su histórico mercado, uno de los más antiguos de Europa, que transforma el centro de la ciudad en un pueblo navideño lleno de magia y encanto.
Además de los mercadillos, Francia ofrece una amplia variedad de actividades familiares durante la Navidad, como paseos en barco por el Sena en París o visitas a los castillos decorados en la región del Loira. Los niños quedarán fascinados con las decoraciones y el ambiente festivo, mientras los adultos disfrutan de la deliciosa gastronomía francesa, como los foie gras, el vino caliente y las galletas de Navidad típicas de Alsacia.
Para una Navidad verdaderamente mágica, un viaje a Finlandia es el destino perfecto, especialmente la región de Laponia, donde se encuentra la famosa Casa de Papá Noel en Rovaniemi. Aquí, los niños pueden cumplir su sueño de conocer a Santa Claus en persona, enviar cartas desde la oficina postal oficial de Papá Noel y participar en actividades invernales como paseos en trineo tirado por renos o huskies. La experiencia de la aurora boreal también es posible en esta región, creando recuerdos imborrables para toda la familia.
Además de la experiencia de conocer a Papá Noel, los pueblos de Laponia ofrecen una inmersión en la cultura sami, con oportunidades para aprender sobre sus tradiciones y probar platos locales. Con nieve asegurada y paisajes espectaculares, pasar la Navidad en Finlandia es como vivir un cuento invernal, donde los más pequeños pueden disfrutar de un auténtico paraíso navideño.
Italia celebra la Navidad con un toque especial y una calidez que se percibe en sus calles, plazas y en cada hogar. Los mercadillos navideños en ciudades como Roma, Milán y Nápoles ofrecen artesanías locales y decoraciones tradicionales, mientras que en el sur, en Nápoles, es famoso el mercado de San Gregorio Armeno, especializado en figuras de belenes que han sido parte de la cultura italiana por generaciones. En Roma, la Plaza de San Pedro se ilumina con un hermoso belén y un árbol de Navidad impresionante.
Además de los mercadillos, Italia ofrece una serie de eventos, como las procesiones y conciertos navideños. La gastronomía juega un papel central en las celebraciones, y en Navidad, es típico encontrar dulces como el panettone y el pandoro en todas las mesas italianas. Viajar a Italia en esta época es una excelente oportunidad para vivir una Navidad llena de sabor y tradiciones ancestrales.
En Dublín, Irlanda, la Navidad se celebra con un toque de calidez y alegría que hace sentir a los visitantes como en casa. Las calles de la ciudad se decoran con luces navideñas y los pubs se llenan de canciones tradicionales y alegría navideña. En el mercado navideño de Dublín, los niños pueden disfrutar de actividades como paseos en carrusel y conocer a Santa Claus en su cabaña navideña. A sy vez, el tradicional encendido de luces en Grafton Street da inicio a la temporada festiva con un espectáculo impresionante.
Durante la época navideña, Irlanda también organiza varios eventos familiares, como el espectáculo Wild Lights en el Zoológico de Dublín y la Christmas Wonderland en Funderland. La hospitalidad irlandesa y el espíritu navideño que se respira en cada rincón de la ciudad hacen que la experiencia sea inolvidable para toda la familia.
Austria es uno de los destinos más icónicos para disfrutar de la Navidad en Europa con niños. En Viena, los mercados navideños frente al Ayuntamiento y el Palacio de Schönbrunn son un verdadero espectáculo, con artesanías, villancicos y una atmósfera encantadora. Los niños pueden disfrutar de talleres de pan de jengibre y paseos en carrusel, mientras los adultos degustan un glühwein (vino caliente) y otras delicias austriacas.
Salzburgo, la ciudad natal de Mozart, también ofrece una Navidad mágica con su mercado navideño en la Plaza de la Catedral, rodeado de montañas nevadas. Aquí, la tradición y la cultura se combinan para crear un ambiente festivo único, con conciertos de música clásica y una gran oferta de actividades familiares. La nieve, la arquitectura imperial y el ambiente navideño hacen de Austria un destino imperdible para las fiestas.
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